Las relaciones entre Estados Unidos y México vuelven a pender de un hilo. Esta vez el meollo del asunto, es la ejecución del mexicano Humberto Leal García, cuya muerte está programada para el próximo jueves en una cárcel de Texas.
Leal García está acusado del asesinato y violación de una joven en 1994 en San Antonio. A simple vista, esto parecería razón suficiente para el gobierno local, encabezado por el gobernador Rick Perry, para sentenciar a muerte al acusado; sin embargo, la defensa alega que a Humberto se le negaron sus derechos consulares al ser aprehendido y esto ha dado un vuelco en el caso, pues es una violación a los tratados internacionales, según la administración de Barack Obama.
Este caso ha tomado trascendencia en el marco de las relaciones internacionales entre los países involucrados, pues Barack Obama, en un acto sin precedentes, presentó una petición para suspender la ejecución de Leal, para que se cumplan los estatutos de la Corte Internacional de Justicia y el caso sea revisado.
La sentencia al mexicano leal garcía, reabre varias aristas dentro del gobierno de Estados Unidos y una de ellas es la controversia del artículo 4 de la Constitución de los Estados Unidos, la cual le otorga total libertad a los estados para actuar en procedimientos judiciales. Esto propicia que Barack Obama no tenga la última palabra en un tema tan sensible y que la misma recaiga en Rick Perry, quien es conocido por su poca afinidad con los migrantes.
Pero la moción de suspender la ejecución, no solamente viene desde la Casablanca. La oficina de la alta comisionada de Naciones Unidas, así como los gobiernos de Brasil, Honduras, El Salvador y Suiza, mandaron sendos escritos solicitando la suspensión de la pena capital.
Es mínima la posibilidad de que se aplace el castigo para Humberto Leal y se profundiza con los antecedentes en el estado de Texas, donde en el pasado, ya han rechazado acatar las peticiones de la Corte Internacional de Justicia, pues según ellos, “La Corte no tiene jurisdicción en Texas, por lo que sus decisiones no son obligatorias y todas las ejecuciones seguirán como han sido programadas”.
Mientras tanto, la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del Embajador de México en Estados Unidos, hizo la petición de clemencia. Sin embargo, la familia del acusado ha comentado que el apoyo de las autoridades mexicanas ha sido mínimo y aun esperan respuesta.
En declaraciones a Milenio, el padre de Humberto precisó: “no sabemos nada, sólo sabemos que está condenado a muerte, pero no sabemos si la cosa va para adelante o va para atrás, no se sabe absolutamente nada”. Así mismo, señaló que ve a su hijo tranquilo y resignado y que la apatía del gobierno mexicano ha jugado un papel preponderante para que la sentencia no sea aplazada.
Así las cosas. El Gobierno mexicano esperó hasta último momento para hacer los trámites de la suspensión de pena capital y el Gobernador de Texas no quiere ceder un ápice, aun con la presión de ONG’s (organizaciones no gubernamentales) y los gobiernos de otros países. Mientras tanto, la ejecución del mexicano Humberto Leal García, continúa programada para el próximo jueves.
De última hora, la Oficina del Procurador General de Texas, ha pedido a la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, desechar los argumentos de las partes que piden se aplace la ejecución de Leal García porque según ellos, no hay razón alguna para hacerlo. La suerte está echada para este mexicano, que se convertirá en uno más de los connacionales muertos a manos de la justicia estadounidense.
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